"Mi primera carrera en Trail" by Barbara Sepulveda
Invitada por unos amigos muy queridos, decidí inscribirme en la carrera Ultra Paine en la distancia 14K y aventurarme a vivir la experiencia de Trail running. Las Torres del Paine es sin duda un escenario increíble para esta primera vez, que además era la vuelta a las carreras, con toda la emoción y alegría que eso involucraba después del largo período que la pandemia no había permitido hacer.
El día de la carrera estaba muy frío y cuando el bus llega al lugar de partida ¡¡estaba nevando!! Lejos de asustarme creo que fue un tremendo aliciente a que esta carrera seria maravillosa de principio a fin. Y aunque el calentamiento costó mucho más, estaba ansiosa por comenzar.
El inicio no fue fácil porque inmediatamente comenzaba con subidas, y aunque el entrenamiento de la coach incluyó harta cuesta, siendo corredora de asfalto se hacen un poco difíciles, pero el increíble paisaje de fondo y recordar los consejos de valeargandona
sobre disfrutar plenamente esto, me hizo olvidar la complejidad de la partida.
Durante toda la carrera, no pude más que admirar y disfrutar cada kilómetro con escenarios como lagos, bosques, nieve, y hasta llenarse de barro era parte del encanto de seguir avanzando ya sea corriendo o caminando en ocasiones donde las subidas no permitían más que eso, de hecho no recuerdo haber mirado el reloj en ningún momento.
Una de las situaciones que me llamó la atención es la solidaridad que existe entre los competidores de Trail, personas que se ayudaban a cruzar en lugares de difícil tránsito, otros que paraban a preguntar si estaba todo bien cuando alguien estaba detenido en la ruta, y hasta el par de dulces que me regalaron en una subida infernal, todo era un ambiente de mucho compañerismo entre competidores.
¡Al final, los últimos dos kilómetros, fueron la mejor parte!
Con un fondo casi como un óleo, bajaba corriendo a todo lo que podía, con el corazón a mil sintiendo que estaba llegando y cumpliendo este lindo desafío. En un momento fue tanta la emoción y el cansancio, que me ahogué y me costó respirar, paré un par de minutos, me recuperé y seguí, ya era la última y mejor parte de esta aventura. ¿El resultado? Llegué 14 de las 50 de mi categoría. ¡¡Feliz!!!
Sin duda una linda y recomendable experiencia, que volvería a repetir, y aunque sigo prefiriendo el correr en asfalto, el Trail running tiene ese encanto de correr conectado con la naturaleza que al menos una vez hay que vivirlo.
Por: Barbara Sepulveda balisep
Corredora aficionada
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